La globalización
es un fenómeno moderno que puede ser analizado desde diversos ángulos. El
término proviene del inglés globalization, donde global equivale
a mundial. Por eso, hay quienes creen que el concepto más adecuado en
castellano sería mundialización, derivado del vocablo francés mondialisation.
A
grandes rasgos, podría decirse que la globalización consiste en integración
de las diversas sociedades internacionales en un único mercado capitalista
mundial. Por eso, el fenómeno es defendido desde teorías económicas como el
neoliberalismo
y por entidades como el Fondo Monetario Internacional
y el Banco Mundial.
Los defensores de
este fenómeno mundial exponen multitud de razones para estar a favor del mismo.
Así, entre ellas se encuentra el que permite que la libertad se extienda, da
lugar a más puestos de trabajo y a un crecimiento palpable de la economía, ha
disminuido la mortandad infantil, ha aumentado la esperanza de vida, han
avanzado los derechos de las mujeres y ha decrecido la explotación laboral
infantil.
Existen numerosas
corrientes de pensamiento que creen que la globalización trasciende la cuestión
económica y abarca a la cultura, por ejemplo. Como la relación de
fuerzas entre las naciones más desarrolladas (como las europeas o los
Estados Unidos) y las subdesarrolladas (como las latinoamericanas o
africanas) es sumamente desigual, la globalización sin límites ni controles
favorece el imperialismo cultural y el dominio económico, y
atenta contra la identidad particular de cada pueblo.
Entre los
argumentos que utilizan las personalidades y organismos más críticos con la
citada globalización se encuentran también el que dicho fenómeno favorece la
privatización, aumenta la competencia, se produce la “fuga de cerebros” y se
sobreexplota el medio ambiente.
En el campo de la
oposición de la globalización se encuentran las figuras de la antiglobalización
entre los que se halla, por ejemplo, el Subcomandante Marcos que es el líder
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Él y sus compañeros lo que hacen
es criticar abiertamente y actuar en consecuencia contra un modelo económico en
el que las ganancias no llegan a los indígenas sino a las grandes
corporaciones.
El agricultor
francés José Bové es otro de los personajes más significativos dentro de la
antiglobalización y es que realiza todo tipo de actos en contra de la citada
mundialización. Así, no sólo se dedica a criar animales en una granja de forma
tradicional sino que se manifiesta en contra de grandes empresas como la cadena
alimentaria McDonalds.
Los escritores
norteamericanos Susan George y John Zerzan son igualmente figuras claves dentro
de la mencionada postura opositora.
El origen
histórico de la globalización se remonta a 1492, cuando Cristóbal Colón
llegó a América. A partir de allí, la voluntad expansiva de Europa
se tradujo en una serie de imperios y el comercio global se intensificó
año a año. Las potencias se basaban en la teoría económico-política del mercantilismo, que suponía la
competencia por una cantidad finita de riqueza y la necesidad de un control
estricto del comercio. Las tensiones y enfrentamientos dieron lugar al primer
tratado global de la historia (Tratado de Tordesillas),
donde España y Portugal acordaron como repartirse los territorios
conquistados.
El avance de la tecnología,
el auge de las telecomunicaciones e Internet y el desarrollo
de los medios de transporte ha permitido que el fenómeno de la
globalización sea una realidad ineludible en el mundo actual.
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